Crónica de una victoria anunciada (minientrada)

Puf. Pues sí, era una crónica anunciada, ¿cómo no iba a serlo con la ventaja que tenía en las encuestas? Lo raro es que no haya superado el 50% (tampoco lo necesita para llevarse la mayoría absoluta en el consistorio, sea dicho). Lo rozó, eso sí, con el 49% (según la ONPE en estos momentos). Lo único «destacable» es la horrible posición en que finalmente quedó la actual alcaldesa: tercer lugar. A duras penas Villarán superó el 11% de los votos válidos, muy por detrás del candidato del APRA, que se llevó el 19,42% de los votos válidos. También podemos hablar del lugar que ahora ocupará el PPC, que no solo perdió a su principal aliado (no olvidemos que SL fue parte de UN, Castañeda fue alcalde dentro de esa coalición donde mandaba el PPC, al menos en teoría), pasando de ser el partido más importante del ayuntamiento (tras la revocatoria) a… ¿le cae algún regidor? En fin, siga las elecciones limeñas en «Elecciones – De Igual a Igual». (Actualización: al 78% procesado, Castañeda sí supera el 50% de los votos válidos; tacho la parte en que hacía referencia a eso).

Y van a bajar los impuestos…

Revisando El Norte de Castilla, me encontré con una nota que titulaban algo así como «inyección de 150 millones euros a la economía local», se referían a que la rebaja del IRPF en el tramo autonómico era dejar de cobrar esa cantidad nada pequeña de dinero, lo que suponía, explicaba la Consejera, «inyectar» ese dinero por medio de los consumidores. En la nota que encontré en la web sobre el tema, se aborda el tema de forma diferente. El término «inyectar» es incorrecto mírese por donde se mire (hablamos del tramo autonómico, así que en todo caso ese dinero se gastaría en los presupuestos autonómicos, no saldría de la comunidad salvo si se consume fuera, algo que puede hacer la Junta -al contratar empresas extra-castellanoleonesas- y los ciudadanos -por lo mismo-); además, tampoco supone que todo el dinero (que se deja de cobrar) en los bolsillos del contribuyente se vaya al consumo, y menos al consumo local. Esto es, parte de esa cantidad irá, sin dudas, al ahorro, otra parte al consumo, sí, pero puede que fuera de la autonomía e, incluso, del país.

Siga leyendo…