Tienen un plan… Hagamos que fracase

No a Keiko FujimoriHace casi 4 años salió publicado en el conservador diario chileno «El Mercurio» un reportaje sobre las intenciones de Alberto Fujimori de presentar a su hija, Keiko Fujirori, a la presidencia del Perú si él no pudiera presentarse (los cables de Wikileaks confirman el plan global de la vuelta del fujimorismo), hace cuatro años afirmé, al final de un artículo, lo siguiente:

«Por suerte, no creo que los peruanos seamos tan idiotas como para aupar otra vez al fujimorismo a la casa de Pizarro, no creo que el APRA lo haga tan pero tan mal que vuelva a permitir que un Fujimori ocupe palacio, y no creo que la izquierda sea tan inocente de confiar otra vez en un Fujimori como el mal menor (bastante torpes hemos sido en las últimas elecciones -y bueno, las de los últimos 25 años más o menos-). Pero, por si las moscas, hay que estar atentos a las maquinarias publicitarias de un ex mandatario que siempre ha tenido buenos asesores en eso de manipular.»

Para pitonisa no valgo, eso lo tengo más que comprobado. Hoy veo las encuestas, de una arrolladora victoria de Ollanta Humala hemos pasado, primero, a una victoria holgada de la ex primera dama y, ahora, de un final de fotografía que favorece a la hija del criminal Fujimori.

Hasta ahora quería anular mi voto presidencial, como hice en la primera vuelta, pero hay un mal mayor y un mal menor, y aunque Nader tiene razón, a veces no queda otra que elegir entre dos males, como son los casos en que hay una segunda vuelta y las opciones electorales son dos y una opción de «limpieza de conciencia» como es el voto nulo, blanco o no votar (en la segunda vuelta del 2006, por un error mío, no voté). Voy a votar «anti» (como fue mi voto nulo en la primera vuelta) a la par que ejerceré un «voto útil», útil para que no salga Keiko Fujimori, esto es, votaré por Ollanta Humala. Y me fastidia mucho tener que marcar Gana Perú o su rostro. Los porqués no quería votar por Gana Perú los pueden leer en:

  • «Lo siento, no puedo» (UBJ);
  • «Economía Nacional de Mercado y Humala» (Diai);
  • «Segunda vuelta a la vista» (Diai).

No me gusta Ollanta Humala. No me gusta el plan de gobierno de Humala. Creo que es otro fracaso más para la izquierda, creo que será, además, una desilusión, que las expectativas de cambio solo se cumplirán en lo negativo y no en lo positivo (como pasó con el APRA), creo que es un peligro para las libertades en Perú y que su gobierno será socialmente reaccionario, pero estoy seguro que la alternativa electoral, hoy por hoy, es mucho pero que mucho peor.

Sobre algunos falsos argumentos en favor de Keiko Fujimori hablé hace un tiempo en «Datos falsos para justificar un voto» (Diai), estos días han corrido ríos de tinta en contra de uno u otro candidato, sobre Keiko recaen, sobre todos, recuerdos del pasado reciente y lo que ahora ocurre.

Sobre el plan de gobierno de Keiko Fujimori se habla muy poco, a diferencia de lo que pasa con el de Humala. ¿Han leído el plan del fujimorismo (PDF)? Si a ese panfleto de pocas páginas le llamamos plan, ¿qué nombre le tenemos que poner al de Gana Perú? Al final nos queda claro que Fujimori nos propone, realmente, «más de lo mismo», contando «más corrupción», «más utilización del estado para fines privados» (prevaricación), más conservadurismo (si creo que Humala será demasiado conservador, pero estoy seguro que un gobierno de Fujimori nos devolverá a la caverna deseada por Cipriani y Rey), «más impunidad», «más violaciones de derechos humanos», y, sin lugar a dudas, el fin de la poca independencia que goza el Poder Judicial y los medios de comunicación en el Perú.

Y no es solo por lo que Alberto Fujimori hizo, de lo que su hija poca culpa tiene (salvo la culpa del silencio y de aprovecharse de esa situación, lo que queda patente por la «educación» que todos los peruanos le pagamos fuera), por lo que debemos temer la vuelta de los Fujimori al palacio de Pizarro (por más que «Fujimori dirige la campaña de Fujimori», como tituló Ocram), debemos temer esa vuelta por todo lo que el fujimorismo está haciendo ahora y quiénes acompañan a Keiko Fujimori. Si Fujimori hija hubiese roto con Fujimori padre pocas críticas en ese sentido le haría, pero si ella no se arrogara todos los «éxitos» de su padre lo justo es ponerle todos los sambenitos habidos y por haber de los crímenes de su padre (condenado por algunos de ellos). Y no son «errores», son «crímenes», y fueron sistemáticos.

Pero volvamos a lo que hace ahora:

  • Amenazas a periodistas. Así es, coronas de flores fúnebres incluidas. Y los medios no han necesitado nada más que el miedo a Ollanta (espero y supongo) para ponerse al lado de Keiko al punto de despedir a todo periodista que no se alinee contra el ex militar, o dejar que se marchen caricaturistas. También se nota en cómo la prensa trata a uno y otro candidato, a una ni con el pétalo de una rosa le tocan mientras que al otro le llaman de asesino a lo menos. Acompañamos esas amenazas con las ganas de Keiko Fujimori de «controlar Internet».
  • Amenazas a jueces y fiscales. Queda claro que algo que harán los fujimoristas al llegar al poder será pasar las facturas pendientes a esos miembros de la judicatura peruana que se «atrevieron» a condenar a Fujimori. Martha Chávez cada vez que puede se lo dice a toda la prensa. Si ya hay poca separación de poderes en Perú con el fujimorismo no es que habrá «menos», es que los jueces harán lo que el gobierno les mande hacer, y los que no lo hagan serán represaliados duramente.
  • Nulo respeto por los derechos Humanos. No solo porque sigan atacando a la Comisión de la Verdad y la Justicia, sino porque se niegan a aceptar que el Estado cometió delitos (los siguen justificando, todos, hasta el autogolpe de estado), llegan a hablar de «excesos» y «errores» «puntuales», pero tienen poco de excesos y errores, casos como el de las esterilizaciones forzosas siguen sangrando en nuestra memoria colectiva y en las víctimas ni reparadas ni reconocidas como tales, y fueron actos totalmente planeados, como lo fue toda la política antisubversiva y de corrupción total… No solo eso, para volver al presente, siguen exigiendo la impunidad (Keiko, aunque ahora lo niegue, en algunos mítines gritó que ella encabezaría la lucha en favor de la libertad de su padre) sino que ponen como vocera a una persona como Milagros Maraví, ahí es nada.
  • El equipo que acompaña a Fujimori. Toda la vieja guardia del padre va con la hija. ¿Cómo quiere la hija que no veamos continuidad si va con todo el pasado a cuestas? Va con la vieja guardia, hasta se ha traído, como As bajo la manga, a Hernando de Soto, aquel que plagió un texto para confeccionar el discurso con el que Fujimori «defendió» el autogolpe, aquel que habla de las titulaciones como el fin de todo mal, aquel que habla de capitalismo salvaje como solución, ¡como si no lleváramos 20 años aplicándolo con cuestionables resultados! Si fuera poco con los fujimoristas de antes puestos hoy Keiko se ha juntado con conservadores de otras casas, como el propio Rey, para dejar claro que en su equipo solo cabe la ultraderecha. Y como dice Marco Sifuentes: «el fujimorismo no ha regresado para limpiarse, ha regresado para vengarse».
  • Por las amenazas contra los sindicatos y la izquierda. El fujimorismo continua con un discurso antisindical, antiprotesta, promilitarización, y anticomunista, mantiene un discurso que ataca directamente a toda la clase trabajadora peruana, que nos ataca a todos los que deseamos una mejora en las condiciones laborales, ataca a la negociación colectiva y las únicas organizaciones que pueden defender a los trabajadores, y eso no lo podemos permitir.
  • Y muchas más razones

Y sí, también hay muchas razones para no votar por Ollanta Humala (muchas las puse al comienzo de esta entrada), contando lo de Madre Mía (o el caso que ensucia a los dos candidatos, en realidad), pero dentro de mí gana el «anti Fujimori» por las certezas que ya tenemos, en ese sentido me veo más cercano a Steven Levitsky (autor de la célebre frase «se puede tener dudas de Humala, pero de Keiko tenemos pruebas») que a Fernando Rospigliosi (que le contestó de forma invertida, las pruebas, dice, la tenemos contra Humala y su talante antidemócrata). La PUCP organizó un interesante debate entre ambos personajes (video completo), y comparto más las certezas y los paños húmedos del estadounidense que los de Rospigliosi.

A Humala lo marcaremos en corto, lo marcarán los medios (que en su mayoría son anti-Ollanta), y lo marcarán sus propios votantes (porque, como dice Carlos Meléndez, más conocido como El Jorobado, «su discurso ha terminado elevando las expectativas de cambio que podrían desbordar sus posibilidades reales de canalización»), ¿con Fujimori qué tendríamos? Lo mismo que pasó con Alan García: Una prensa suave con el poder vigente que permite todo tipo de atropello, una oposición inoperante y pactista en buena medida (como lo fue la alianza entre el APRA y el fujimorismo) y tantos o más conflictos sociales de los que tendremos con Humala o tuvimos con García, y todo esto con los mismos riesgos antidemocráticos (o más) que con Ollanta Humala, pero con más inmunidad para los criminales desde el Estado.

De yapa: ¿No queremos un Chávez en Perú? ¿Entonces qué hacemos con Keiko como presidenta? Salvo el tema de las nacionalizaciones, desde el plano institucional, Chávez y Fujimori fueron o son lo mismo: Destrucción de la oposición y el sistema de partidos; perversión de la democracia; uso del clientelismo asistencial del Estado; cambios constitucionales para perpetrarse en el poder; fraude; destrucción del Poder Judicial; control directo o indirecto de los medios de comunicación; infiltración y control de las organizaciones de la sociedad civil; ataques a todo sindicato considerado hostil con el gobierno o no colaboracionista; destrucción de la libertad de prensa; poco respeto de los derechos humanos. Sí, cierto, Chávez nacionaliza y Fujimori privatizó (hacia sus amigos nomás). Ahí acaban las diferencias. Ah, Fujimori ha robado bastante más. Fujimori protegió a los golpistas en el 92, Chávez apoyó a Fujimori en el 2000, ambos se servían de Montesinos todo el tiempo. ¿No quieren a Chávez? No voten por Fujimori.

(Al final Toledo apoya a Ollanta, pero sin que todo el PP esté de acuerdo, y PPK apoya sin cortapisas a Keiko, acá algunos de los miembros de la alianza se han manifestado «neutrales»… ¿Quiere jugar con los endoses de votos? Hágalo acá: «Mapas Interactivos hacia la segunda vuelta- resultados presidenciales Perú 2011».)

4 comentarios en «Tienen un plan… Hagamos que fracase»

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