Galicia y País Vasco: Jugando con los escaños

Ya saben qué gusto tengo por jugar con los números tras las elecciones, aun sabiendo que el sistema electoral influye en la cultura electoral, esto es, en la forma de cómo se votan y que, realmente, no se pueden extrapolar los datos de una elección cambiando aunque sea el tema de las circunscripciones (que es lo que haré). En esta entrada jugaré, entonces, con los resultados en el País Vasco y en Galicia de las citas electorales del domingo.

Los parlamentos autonómicos españoles, en todas las autonomías pluriprovinciales, se ha mantenido la provincia como circunscripción electoral aun en contra de la lógica parlamentaria y descentralizada que debieran seguir cada autonomía (aunque según qué casos, hasta es lógico que esto se mantenga). Los escaños entre cada una de las circunscripciones se reparten, normalmente, siguiendo una lógica correctora poblacional.

En el País Vasco, sea dicho, cada territorio histórico (provincia) tiene igual número de curules en el parlamento autonómico (25 por territorio) en contra de la lógica poblacional y en favor, vale recordar, de que Álava (sobre todo esta) y Guipúzcoa se sintieran cómodas en la aun naciente Comunidad Autónoma, por ello, los 628 154 votos de Vizcaya tienen 25 representantes, al igual que los 161 138 votos en Álava, esto es, cada voto en Álava vale cuatro votos vizcaínos en la composición parlamentaria.

En Galicia el tema es algo distinto, se da dicho «corrector» poblacional, aun así, las pequeñas circunscripciones impiden el ascenso de varios partidos, y pasaremos a ver por qué digo esto.

Así pues, las premisas del análisis son las siguientes: El mismo resultado electoral que el real; circunscripción única en la autonomía; 75 escaños a repartir mediante D’Hondt (mantengo la cantidad y sistema actual); y sin barrera electoral alguna (ya me he posicionado bastante contra las vallas como para aplicarlas).

Galicia
En el artículo anterior justamente hablaba de la importancia del ascenso de los otros partidos, pues bien, si aplicamos al resultado electoral las reglas previamente señaladas en vez de dividirlos en cuatro circunscripciones (de 24, 22, 15 y 14 escaños respectivamente) nos encontraríamos con el siguiente reparto:

  • PP: 37 de 75 (49.3333%)
  • PSdeG-PSOE: 24 de 75 (32%)
  • BNG: 13 de 75 (17.3333%)
  • UPyD: 1 de 75 (1.33333%)

Como ven, UPyD conseguiría entrar en el Parlamento gallego (en concreto, ganaría el escaño 69). El BNG mantendría 13 (y no 12) y el PP perdería la mayoría absoluta para tener una «casi absoluta» (como estuvo entre el 2005 y el pasado domingo). ¿Significa que el bloque BNG-PSdeG podrían repetir gobierno? No necesariamente, dependerían del cuarto partido, o sea, de UPyD (y su particular antipatía por los nacionalismos).  Así pues, en un resultado como el señalado sería posible ver a un PP gobernando en minoría (sin mayoría absoluta y sin pactos de gobierno, quiero decir).

Como se ve también, los más perjudicados son los dos partidos grandes, que de 63 pasan a tener 61 curules y se acercan más a una relación de porcentaje de votos recibidos con porcentaje de la cámara ocupada. Pongo al PSdeG como «perjudicado» en tanto que los escaños «perdidos» por el PP no van al PSdG, sino a las otras fuerzas políticas, y porque seguiría perdiendo con relación al 2005.

Como curiosidad extra quiero señalar que el escaño 75 se lo llevaría el PSdeG-PSOE, siendo el 76 para el PP, separándoles un puñado de votos, con lo que, otra vez, se podría afirmar sin temor a equivocarse que el PP rozó la mayoría absoluta y se quedó en un «37 y algo» que vale, finalmente, 37 curules.

País Vasco
Por la particular situación de Euskadi, he realizado «dos pasadas», por un lado, he realizado un reparto sin considerar los votos nulos y blancos (que es como se cuenta), y por otro, he contado tanto blancos como nulos como si fueran un partido. ¿Por qué? Básicamente porque hay un 8,84% de votos nulos, voto pedido por la izquierda abertzale ilegalizada. No he considerado, por otro lado, reducir un tanto por ciento de los que normalmente son nulos porque tampoco he entrado a «restar votos» a formaciones como Aralar, que sin dudas han capitalizado sufragios de las formaciones ilegalizadas, pero que veo difícil, sino imposible, cuantificar correctamente.

Sin contar nulos/blancos, el reparto quedaría así:

  • EAJ-PNV: 31 de 75 (41.3333%)
  • PSE-EE/PSOE: 24 de 75 (32%)
  • PP: 11 de 75 (14.6667%)
  • ARALAR: 4 de 75 (5.33333%)
  • EA: 2 de 75 (2.66667%)
  • EB-B: 2 de 75 (2.66667%)
  • UPD: 1 de 75 (1.33333%)

Es casi el mismo reparto. Lo interesante es que los pesos y contrapesos de las distintas provincias, en cierta medida, se contrarrestan, por otro lado, queda más que patente la fragmentación en el voto de la sociedad vasca. En este caso, en contra de lo que normalmente pasa, el partido más perjudicado no es el más grande, sino uno de los medianos.

¿Por qué? Se llama Álava, y el excesivo peso de su voto, un voto que es distinto, en gran medida, que el del resto de la autonomía. El PP en Álava obtuvo el 21% de los votos, en Guipúzcoa el 10,5% y el Vizcaya el 14%, con ello consiguieron 13 escaños (el 17% de la cámara, una sobre representación de 3,3%, en Álava consiguió 6 de los 13, el 24% de los escaños ahí repartidos).

Otros cambios: El PNV aumenta un escaño estando más sobrerrepresentado en esa cámara que en la salida de las elecciones (actualmente tiene dos puntos de sobrerreprensentación, con este reparto tendría tres), el PSE-EE mantendría escaños, al igual que Aralar, UPyD y EA, y es EB-B quien podría celebrar no haber perdido tanto, quedándose con dos escaños en vez de uno (recordemos que si bien tiene el 3,5% de los votos, con un curul tendría una representación de 1,3%, con 2 al menos consigue 2,6%). Como curiosidad, el último escaños fue para el PNV, y el siguiente sería para el PSE-EE.

Con este reparto, resalto, en que Álava no tiene tanto peso (ni Guipúzcoa, en menor medida), el «bloque constitucionalista» se quedaría con 36 escaños, y no 38. Y es lógico, si sumamos el porcentaje de votos de cada uno de esos tres partidos tendríamos que al «bloque constitucionalista» tiene el 46,94% de los votos válidamente emitidos (siendo, para el otro bloque, el 51,80% de los votos). Insisto en la idea de la anterior entrada: ¿Aun siguen manteniendo que ha ganado por primera vez el no nacionalismo vasco?

En ese contexto, el PNV podría gobernar en cuatripartito, con Aralar de por medio, o se tendrían que buscar fórmulas más incluyentes (con el PSE-EE y el PP).

Contando votos nulos/blancos el reparto sería:

  • EAJ-PNV: 27 de 75 (36%)
  • PSE-EE/PSOE: 22 de 75 (29.3333%)
  • PP: 10 de 75 (13.3333%)
  • ARALAR: 4 de 75 (5.33333%)
  • EA: 2 de 75 (2.66667%)
  • EB-B: 2 de 75 (2.66667%)
  • UPD: 1 de 75 (1.33333%)
  • Nulos: 7 de 75 (9.33333%)
  • Blancos: 0 de 75 (0%)

Las cosas cambian bastante, más por arriba que por abajo (EA, EB-B, Aralar y UPyD mantienen los mismos escaños que en el reparto anterior), e incursiona un partido con ni más ni menos que 7 escaños (el 9,9% de la cámara). Los principales perjudicados son el PNV (de 31 a 27), el PSE-EE (de 24 a 22) y el PP (de 11 a 10, perdiendo, con relación al reparto real, de 13 a 10). Con este reparto, en general, todos se acercan más a su verdadera representatividad (porcentaje de ocupación de la cámara más relacionado con el sacado en votos).

El «bloque constitucionalista» queda levemente subrepresentado (con 33 escaños, esto es, el 44% de la cámara), muy lejos de la actual proclamada victoria total en que se aúpa a López, y la llave del gobierno, otra vez, la tendría esa parte de la ciudadanía vasca a la que se le han prohibido sus partidos políticos. Incluso, en este segundo reparto, el PNV sería más dependiente de la izquierda abertzale de lo que es ahora (entre Aralar y nulos tendrían 11 escaños, frente a los 10 que tenía la suma de Aralar y el PCTV), gracias a la disminución de poder de EB-B (de 3 a 2). El nacionalismo vasco (entre su izquierda y derecha) habría aumentado un escaño con relación al 2005, aunque su voto sería más disperso que en esa ocasión.

En este contexto, sería previsible un nuevo gobierno del PNV, aunque tal vez con más dificultades que el del periodo 2005-2009 (no es lo mismo 3 con ayuda esporádica de un cuarto, casi siempre como abstención o dando solo parte de sus votos, que tres con ayuda de un cuarto y un quinto).

Consideraciones finales
Con este artículo quiero llamar la atención de la importancia de las circunscripciones y del reparto de escaños entre las mismas, y eso que no he entrado a utilizar otros sistemas de reparto que favorezcan más a las formaciones más chicas, también quiero poner en relevancia cómo el actual sistema ha evitado que una formación nueva entre en Galicia (por medio de las circunscripciones pequeñas) y ha dado una falsa ilusión de triunfo en el País Vasco a un bloque que sigue contando, votos en la mano, con menos de la mitad de apoyo (solo cogiendo el porcentaje de votos veríamos que a ese «bloque» no le ha votado ni el 47% de los vascos), así como la exclusión de un partido político muy votado (en un entorno de alta fragmentación) da como resultado un reparto totalmente distinto del poder dentro de la autonomía.

Como siempre, para el reparto de escaños he usado el programa «Elecciones – reparto D’Hondt«, que es software libre escrito en C++ por FJRA.

3 comentarios en «Galicia y País Vasco: Jugando con los escaños»

  1. Completo analisis y sin enrollarse mas de la cuenta, si señor ;)

    Pues … mi gozo en un pozo, ya que la alternancia en el poder siempre es saludable, de ahi que siempre digo que quiero que el PP gane en Andalucia y el PSOE en Valencia… :D

    Efectivamente, el factor abertzale esta presente por lo que quiero llevar la pregunta un poco mas alla, la potencial representatividad de un sector (apreciable pero no mayoritario) de la poblacion lo legitima para no aceptar una ley razonable? Como decia mi mama, acaso les iba a crecer cola si decian que quieren la independencia pero que ya ETA no tiene lugar en la sociedad vasca?

    Aralar ha mantenido esa postura y ha pescado algo en esa escena, y nadie los ha ilegalizado…. pero claro.. al parecer los de Otegui son mas hispanos que el resto … por eso de sostenella y no enmendalla.

    En fin… menudo sudoku que se ha montado, pues si Lopez se vuelve Lehendakari… el PSOE se queda mas debil en Madrid… si el PP no apoya al PSOE para que gobierne en minoria… le diran mezquino, etc etc..

    La situacion ahora es la que es…. toca ver como sale todo y a ver si esta oportunidad (forzada, pero oportunidad) permite ver que es posible una gestion no nacionalista ahi.

  2. Salud

    Gracias :) (aunque claro, es el quinto que escribo sobre estos temas en tres días, me he autosaturado como para «enrollarme» más de la cuenta, jajaja).

    El PSE-PSOE tuvo la oportunidad en el 86 (aunque perdió en votos, ganó en escaños) y le regaló el gobierno a Ardanza, para ser un aliado de lujo hasta el 98…

    El camino de Aralar, aunque no lo parezca, es el difícil, a su líder y sus seguidores les han llamado de todo menos bonitos. Y no sé hasta qué punto la desaparición del partido que no condena la violencia (para llamarlo de alguna forma) podría ocasionar una fuerte disgregación del voto (HB y demás son más parecidos a IU que al PP, y algo como la condena a la violencia puede romper lo básico que las une).

    ¿Tener X votos justifica vulnerar normas tan básicas como el «no matarás» o «no apoyarás a quienes maten»? No, para mí no, para los que le votan sí, y la idea es que el convencimiento y consenso vengan del propio debate público, no contra él.

    Veremos cómo se desarrolla el tema (y cómo reacciona el PNV y qué daño pueda hacer al PSOE nacional, o, en su caso, qué daño podría hacer un fracaso de un gobierno de López en el corto plazo -antes del 2012-). ¡Demasiadas variables! Por eso es monse el resultado en Galicia, me gusta más con cuatro partidos :P.

    Hasta luego y gracias por el comentario ;)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.