Pongamos que hablo de Trántor

Plaza Callao en Madrid

Odio Madrid. Lo peor es que, si todo me va como me está yendo, terminaré pidiendo trabajo en esas tierras abarrotadas de burocracia, papeleos, malas pulgas y… y todo lo malo de una gran ciudad a fin de cuentas. Me dirán que mi resistencia a ver con buenos ojos la capital de España se debe a mis malas experiencias en esa ciudad, y tendrán toda la razón del mundo, ¿por qué sino odiaría una ciudad? Y es algo reiterado, no recuerdo nunca haber ido a la comunidad uniprovincial y pasarla realmente bien (en el cómputo global del viaje, puesto que siempre hay momentos memorables o, al menos, cotidianamente aceptables).

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