El día en que se votó, otra vez, en Cuba

El largo proceso electoral cubano tuvo ayer su día grande, el de las elecciones. Poco más del 90% de los ciudadanos con derecho a voto sufragaron el domingo para elegir unos 15 236 delegados a las asambleas municipales. De estos, además, sale el 50% de los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular (el parlamento cubano). El periodo de mandato de los delegados en las asambleas municipales es de dos años y medio.

En algunos medios (hoy lo ví en la televisión) se ha indicado que el Partido Comunista es el vencedor de las elecciones al no poder presentarse ningún otro partido político. Aunque es cierto que no se presentan partidos, esta afirmación es falsa. El partido Comunista no se presenta a las elecciones, el sistema no es como en el resto de occidente donde los partidos van con listas para que la gente elija (con listas cerradas o abiertas, pero listas a fin y al cabo), sino que son los ciudadanos quienes nominan a los candidatos, y luego se celebran las elecciones sobre los candidatos popularmente nominados. Las campañas electorales, como las conocemos en occidente, están totalmente prohibidas. Es fácil interpretar que es un sistema que permite, por decirlo de alguna forma, que los más entusiastas con la política sean los que entren a trabajar en la misma, y suelan ser (por muchas razones en las que ahora no entraré) favorables al Partido Comunista cubano, pero ese es otro tema. En esta ocasión, fueron proclamados candidatos más de 37 mil personas, para unos 15 mil puestos en toda Cuba. Es un sistema que tiende al continuismo, al no permitir grandes cambios con mayorías bajas tras campañas políticas que culminan el día de las elecciones cuando «todo cambia» sin que el fondo del sistema se vea tocado en lo más mínimo.

Puede que parezca un concurso de popularidad, pero las campañas, por llamarlo de alguna forma, se hacen sobre la biografía de los nominados. Esto es, se publica la foto y biografía de cada nominado, que no puede hacer campaña de mítines y promesas varias, sino que se van exponiendo dichas fotos y biografías en lugares públicos donde todo interesado puede acercarse a enterarse quienes pueden ser sus representantes en las asambleas populares municipales. Yo supongo que los nominados más interesados en que les voten harán alguna suerte de campaña (aunque sea boca a boca), pero sólo es una suposición.

Tras estas elecciones se abre el proceso de renovación del ejecutivo (Consejos de Estado y de Ministros), donde se mantiene la incertidumbre de si será reelegido Fidel Castro (actual líder), esto es, si asumirá que su estado de Salud no le permite volver como titular a la política, en tanto que ahora está en una suerte de excedencia.

En Cuba, aunque la ley permite ausentarse de las elecciones, se considera el voto como un «derecho y deber patrióticos» y se insentiva al mismo de forma feroz, y se ponen todos los medios para hacer posible que la gente vote.

Fuentes de la noticia:

Sobre las elecciones cubanas

Hace tiempo que tengo muchas ganas de escribir sobre las elecciones en la Isla, que llevan realizándose desde hace unos 30 años más o menos (por más que se diga que no hay elecciones, lo que no hay son partidos -y lo que falta es libertad de expresión, aunque sea para insultar-), desde que se inició el actual proceso electoral tengo un artículo a medio escribir, pero entre que es muy formalista (algo que no me gusta demasiado) y no me he dado el tiempo suficiente para pulirlo, ha quedado aparcado (entre otros tantos, cada vez es más frecuente que no termine artículos, ya estoy viejo), así que les dejo algunos enlaces sobre el sistema electoral cubano (explicativos, no de crítica, que conste).

Fuentes normativas:

Fuentes explicativas:

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