Partido único para movimiento con cabeza pero sin cuerpo

Se anuncia, a bombo y platillo, la creación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que englobaría todas las fuerzas políticas que apoyan la llamada Revolución Bolivariana que desde 1999 ocupa el poder venezolano, con Hugo Chávez a la cabeza. Es una de las tareas que el presidente venezolano se ha propuesto a llevar a cabo, junto con la reforma Constitucional y el socialismo.Chávez ha informado que, por supuesto, todo partido que forme parte de la Revolución Bolivariana podría mantenerse independiente del nuevo PSUV, pero saldría, inmediatamente, del gobierno de la nación.

Eso sí, Chávez ha manifestado que ningún partido perteneciente a la formación debe arrogarse una cantidad de votos recibidos de forma determinada, puesto que esos "votos son del pueblo", a la par que exhortó a todos los partidos participantes en el gobierno y que le apoyan que se olviden de las viejas estructuras y colores de partido y siglas, porque no son lo más importante.

El mandatario venezolano insiste en esa inexplicada idea del socialismo del siglo XXI a la par que menciona cómo las reformas constitucionales a realizar durante el 2007 están encaminadas a consolidar y avanzar en la revolución Bolivariana, basada en la justicia social, soberanía y respeto de los derechos ciudadanos.

A la par, ya que se puede decir mucho en poco tiempo, Chávez anuncia reformas en el gobierno (ministerios y demás), pidiendo que le dejen "plena libertad". Así pues, la nueva configuración del gobierno sería la más acorde para llevar a cabo los objetivos de Chávez para el 2007 (los ya mencionados). Quiso dejar claro que esto no sería ningún castigo para los ministros, ni tiene nada que ver con un fracaso o triunfo de cada cual en su cartera, sino con la idoneidad de los mismos en el nuevo marco reformista planteado.

Pero ¿Qué puede significar un único partido?

El movimiento de Chávez es caudillista a más no poder, una suma de distintas sensibilidades en torno a un líder claro, fuerte y poderoso, que sabe cómo guiar a sus ovejas, pero claro, de cuando en cuando le salen competidores internos y eso no le gusta nada, no tanto por ver amenazada su fuerte posición, que no lo está, sino por el miedo al debilitamiento del movimiento como un todo. Para el líder venezolano es hora de atajar esa situación, lo tiene todo a favor, unas elecciones recién ganadas con bastante margen y un parlamento a su lado. Lo mejor es dar carpetazo a la idea de muchos partidos en un movimiento, y tener un instrumento de más fácil manejo en ese sentido, un partido político con todas sus características.

¿El nombre de socialista marca alguna diferencia? Creo que no. Chávez no va a variar su discurso por un nombre como el de Partido Socialista, quiere hacer suya una denominación que intenta reescribir (como los socialdemócratas que siempre se esconden tras las siglas de socialistas), y así reafirmar esa idea tantas veces repetida de Socialismo del Siglo XXI, donde el nacionalismo sigue brillando con demasiada fuerza y muchas notas socialistas quedan aparcadas por, supongo, haber fracasado en los discursos del pasado reciente.

¿La oposición puede temer a la conformación de un sistema de partido único? No creo que haya peligro de un unipartidismo en Venezuela, así que las críticas no deben ir por ese lado. Pero considerando otras cuestiones, gran parte de los contrarios a Chávez lo tachan de dictador, así que para ellos esto no cambia lo ya existente. Para otros, esto será una continuación lógica del Movimiento Bolivariano, con una estructura interna diferente, pero con un mando y rumbo igual a lo existente, así que no marca una diferencia sustancial con lo que ya tienen, salvo, como indicába en el título, le dará cuerpo único a un ente con cabeza visible.

Por supuesto, quienes más se pueden mosquear por este cambio son las células más independientes del Movimiento, verán atacada su posición y traicionado su apoyo a Chávez, pero es lo que hay. Con esta jugada Chávez elimina de un plumazo la oposición interna que pueda tener en un futuro cercano y elimina la posibilidad de escisiones en tanto que les dice, desde un comienzo, o conmigo o cada quien por su lado, eliminándolos políticamente del mapa del Gobierno, que no es poco.

Tiempo al tiempo.

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