Eliminan (casi por completo) el «certificado domiciliario»

Aunque parezca una tontería, es una buena noticia. No solucionará los problemas del Perú, por supuesto. No es la panacea de las medidas ni hará que el proceso administrativo sea más rápido y funcione mejor. Nada de eso. Nos ahorrará unos soles, un trámite inútil (porque lo era) y es un triunfito del sentido común sobre el formalismo. Que no es poco.
Así pues, el Congreso elimina, para la mayoría de trámites y cuestiones, la necesidad de un certificado de Domiciliación. La declaración jurada simple valdrá para acreditar que vives donde dices vivir. Pueden ver la norma desde su página de seguimiento dispuesta en el portal del Congreso (que ha sufrido una franca mejora, la página, no el Congreso).

Hace un tiempo se le dio el poder a notarios, Juzgados de Paz y gobiernos locales (dentro de su jurisdicción) de expedir este certificado, que hasta ese momento era papeleo de la Policía Nacional del Perú. Hace poco se retiró el trámite de las oficinas de la policía, esto es, ya no podrían los de la PNP emitir el dichoso certificado, que rondaba los tres soles y medio de costo.

Y como en el Perú las cosas se hacen a medias, la norma que quitaba la atribución a la policía para emitir estos certificados no hablaba de tasas ni nada de eso, y eran necesarios para realizar múltiples trámites, los notarios y demás órganos que podían emitir los certificados se aprovechan del vacío legal, cobrando entre quince y sesenta soles por un papel que dice que vives en un lugar de la mancha.

Ahora, el Congreso ha reconocido que es un "trámite engorroso que no cumple finalidad alguna" (párrafo 12 del proyecto presentado) ni verifica realmente la domiciliación incluida en el certificado, incluso, la forma en que se hacía era tan simple como llevar un recibo del domicilio donde aseguras vivir para que te expidan el certificado ¿Eso vale 60 soles? ¿Eso tiene algún sentido? ¿Qué lo diferencia de una simple declaración jurada? ¡Nada! Algunas notarías exigían demasiados requisitos para expedir certificados, o unos absurdos (como llevar de la notaría a tu casa y de ahí a la notaría de vuelta a un encargado) que hacía dispar el valor de los certificados.

Así que los congresistas autores de la reforma (11) entienden que basándose en el principio de veracidad (que lo que dices es cierto) ven en el Certificado un instrumento inútil y del que se aprovechan notarías y demás para estafar a la gente que necesitaba (ahora ya no) de esos certificados de marras que, como dicen, no certifica nada realmente.

Como ven, parece una tontería, pero hasta para pedir un trabajo te pedían el puñetero certificado, y si te van a cobrar 60 soles, habrá que trabajar para pedir un certificado que te permita postular a un trabajo ¿Acaso tiene sentido? ¿Por qué resulta tan importante esa certificación? ¡¡Por nada!! Esto facilita la vida del ciudadano, sin reportar un coste al Estado ni nada de eso.

Ahora lo que tendrían que hacer es montar un buen sistema de empadronamiento y la gratuidad de los certificados del mismo, y sólo en ocasiones especiales (electorales y de impuestos locales, por ejemplo) se tire del padrón, o te pidan el certificado de empadronamiento (por ejemplo, para pedir algunos servicios sociales), pero para todo lo demás, esas trámites y cuestiones que haces siempre, que te crean, es lo lógico. Por no decir que el domicilio debe importar poco para muchas otras cuestiones.

En fin, que los congresistas, de vez en cuando, tienen sentido común. Y después de meter la pata corrigen su camino y consiguen mejorarnos, aunque sea un poquito, el día a día cuando nos enfrentamos al papeleo…