Referendo en Italia: No a la reforma constitucional.

Hace un tiempo, el ahora ex Primer Ministro, apoyó una reforma constitucional que estos dos últimos días intentaba pasar su último trámite, el ser aprobada por el pueblo italiano mediante referendo. No lo superó. Era una reforma que partió sin un consenso claro en las cámaras, impulsada y deseada (en la forma que se hizo) por el anterior gobierno de derechas, y que ha obtenido un apoyo menor del esperable a la vista de los últimos resultados electorales.
Al parecer (y digo esto porque no me he leído el texto de la reforma, así que me baso en lo que repiten todos los medios), era una amplia reforma de la Constitución Italiana (aprobada allá en 1948), donde básicamente se aumentaban las competencias de las regiones (podrían legislar en Sanidad, educación y Policía local), pero, a su vez, aumentaba los poderes del Primer Ministro, que pasaría a poder nombrar y destituir miembros del gabinete a voluntad (ahora necesita el visto bueno del Presidente), así como el poder de disolver las cámaras (a esto habría que sumar las reformas realizadas o impulsadas por Berlusconi para asegurar la mayoría absoluta en el Congreso para el ganador de unas elecciones sin importar la diferencia de votos con el resto de partidos, tiro que le salió por la culata, pero podemos ver la línea en la que iban sus reformas).

También pretendía aumentar el poder de las cámaras en cuanto a su influencia en la elección de los miembros del Tribunal Constitucional, se pasaba de 5 que ahora escogen las cámaras (entre las dos, sobre 15 magistrados) a 7; a la vez que, dentro de unas dos legislaturas, se reducirían los escaños de las cámaras, y el senado pasaría a ser la cámara "Federal" (sí, fue un intento de reforma de carácter federal "presidencialista" -salvo que los poderes aumentados no son los del presidente, sino los del Primer Ministro-).

En fin, que no estamos para hablar de lo que pretendía la reforma, sino de lo que quiso el electorado italiano. Fue a votar algo más del 50% (53.6% de los 47.1 millones de italianos llamados a votar), y de ellos, la gran mayoría (61.7%) dijo que nanay, que esa reforma no gusta, mientras que algo menos del 40% de los votantes dijo que sí, que estaba de acuerdo con los cambios.

El No ganó en prácticamente toda Italia, sólo en Lombardía y Véneto votaron que "no", aunque la diferencia entre el Norte y el sur sigue patente en una Italia que desde hace una eternidad comprende su propia existencia de forma distinta según la zona en que se encuentren, así pues, en el sur el "NO" fue mayoritario de lejos, mientras que en el norte, en general, el resultado fue más parejo (aunque ganara el NO, salvo en las dos regiones mentadas).

Para algunos impulsores del sí, como Umberto Bossi (uno de los fundadores de la derechista Liga Norte), manifiestan que esta federalización del país debe volver a intentarse. El mentado Umberto Bossi (que un año declaró la independencia de la Región norte, a modo de provocación muchos dicen) manifestó que "ha votado la parte más avanzada del país" (no es raro que en la derecha italiana se recurra al insulto fácil o desprestigio fácil a los contrincantes o votantes de la opción contraria, nomás con recordar lo dicho por Berlusconi sobre los que no le votaban es más que suficiente para ver la forma en que respetan las opiniones ajenas, o las declaraciones del compañero de Bossi que "acusó" a los italianos de "dar asco"). Hace unos días, al parecer, este líder norteño aseguraba que si el sí ganaba en el norte irían a la ONU a "hacer valer sus derechos" (vamos, que sí por narices para todos si ellos decían que sí). Ahora salió el no y ha amenazado que se iría a Suiza "Que al menos es un Estado Federal". Supongo que haría un verdadero favor a muchos compatriotas si hiciera eso.

El actual gobierno, presidido por el socialdemócrata Romano Prodi, apoyó activamente el NO, puesto que consideran que no es la reforma que Italia necesita, aunque aclaró que reformar la constitución sí que es una necesidad, es hora de modernizar el estado, y todo eso que los políticos dicen, y manifestó su deseo por emprender una reforma que esté consensuada (con el "acuerdo más amplio posible") puesto que la sometida a referendo ayer y hoy fue aprobada en las cámara "a golpes de mayoría".

Veremos qué es lo que presenta la gente de Prodi y si consigue los apoyos necesarios, por lo pronto, la "federación" del país es bastante necesaria (u otra forma de descentralización, por ejemplo, parece que Bolivia copiará el modelo español de las Comunidades), la cuestión es cómo se hace y de qué forma se consigue. Pero claro, eso de darle más poderes al jefe suena mal en tradiciones más parlamentaristas, como son las europeas occidentales. Y claro, acá será importante la postura que tome la derecha, si es "ya que no salió lo mío no saldrá nada" o si es más bien "está bien, sentémosnos a negociar". Porque si quieren sacar una reforma con un amplio acuerdo, sin ellos (sin la mayoría de ellos) no existirá un amplio acuerdo (lógico).

Esta derrota electoral ha sentado fatal a las filas conservadoras del país, en las que se puede abrir un nuevo debate interno sobre su líder (discutido actualmente), el mentado Berlusconi, es duro ver que un proyecto acaba en el tacho de la basura y que ni siquiera consigues que los mismos que volvieron a votar a tus filas repitan plato y rozar, al menos, el 50% con el sí.

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